En verano, casi todo cambia de ritmo. De hecho, hasta algunas newsletters cierran por vacaciones.
Llevo semanas dándole vueltas a qué hacer con La Camarada en julio y agosto. No sabía si seguir al mismo ritmo, si espaciar los envíos o si probar algo distinto.
El otro día me acordé de algo muy veraniego: las postales. De pequeña, me encantaba enviarlas y recibirlas. Era como un mini ritual: elegir la foto, escribir cuatro frases, pegar el sello y lanzarla al buzón con la esperanza de que llegase a su destino.
De hecho, hace poco enmarqué una postal que me envió mi mejor amiga hace casi 20 años. La imagen es preciosa: dos señoras mayores cogidas del brazo, caminando juntas por la calle. Ella escribió que ojalá llegásemos así a su edad, siendo amigas.
Y ahí lo vi claro: La Camarada de verano iba a ser como mandar postales. Ocho entregas para compartir imágenes, fotógrafos y proyectos.
Hoy, la primera postal viene con sabor a Italia y con un fotógrafo que nos invita a mirar lo cotidiano de otra forma: Luigi Ghirri.
Luigi Ghirri y sus Viaggi: viajar es mirar
Luigi Ghirri (1943-1992) fue uno de los fotógrafos italianos más influyentes del siglo XX. Nació en Scandiano, en la provincia de Reggio Emilia, y tenía una obsesión maravillosa: capturar la belleza de lo cotidiano.
Mientras en los 70 y 80 todo el mundo seguía enamorado del blanco y negro, Ghirri se lanzó de cabeza al color. Y no para hacer postales bonitas, sino para explorar cómo vemos el mundo.
No le interesaban los viajes exóticos ni los paisajes espectaculares. Lo suyo era viajar sin moverse demasiado. Encontrar misterio en lo corriente.
Sus fotos rebosan nostalgia, pero también una curiosidad infinita por lo banal. Le gustaba lo aparentemente insignificante: escaparates, carteles, señales de tráfico, parques de atracciones medio vacíos, mapas y globos terráqueos (obsesión absoluta, que para algo era topógrafo).
Para él, el mapa era casi un símbolo: una forma que tenemos los humanos de intentar entender el mundo… y, al mismo tiempo, un recordatorio de lo lejos que está el dibujo de la realidad.
“Más allá de fines descriptivos o ilustrativos, la fotografía se convierte en un método para observar y retratar lugares, objetos y rostros de nuestro tiempo —no para catalogarlos ni definirlos, sino para descubrir y construir imágenes que también representen nuevas posibilidades de percepción.”
— Luigi Ghirri
En 2024, la editorial MACK publicó Viaggi, un libro precioso comisariado por James Lingwood. Recoge su trabajo entre 1970 y 1991 y es, literalmente, un viaje. No a lugares lejanos, sino a cómo Ghirri miraba Italia: las montañas del norte, las playas casi vacías del Adriático, museos, ruinas, mapas, estanterías llenas de libros y souvenirs. Todo visto con esa mirada suya que encontraba poesía en lo cotidiano.
Viaggi combina fotos míticas con hallazgos inéditos del archivo Ghirri y viene acompañado de ensayos que colocan su obra en el contexto italiano e internacional.
Porque Ghirri no solo fotografiaba lugares: nos enseñó que viajar también es aprender a ver lo de siempre como si fuera nuevo.
Como ves, dentro del propio libro hay fotos con formato de postal.
Espero que te haya gustado esta primera edición veraniega. En una semana, te envío la segunda postal. Hasta entonces, ¡cuídate!